No pertenece.

Se siente perdida... Está en un bosque. Está oscuro, no puede ver la luz del sol, o tal vez de la luna, porque ha perdido la perspectiva del tiempo. No pertenece.

Aveces si, y otras veces no. No conoce límites, va más allá de sus sueños y lo sabe. Siempre ha sido así, no tiene porque cambiar ahora, el hoy se ve tan ausente y el tiempo no existe.

Necesita creer, pero el miedo se oculta en sus ojos, en su mirada profunda que parece mentir aveces. No pertenece.

Ellos la han acompañado a lo largo de su existir, de sus soles y de sus sombras, hasta de sus lunas... pero ella no pertenece, se siente ajena...

Es difícil comprender, tener miedo de sus recuerdos. Olvida su pasado, pero lo paga con su presente. Es injusto. Pero, qué es justo ya? Qué es digno de ser visto para ser recordado? Interrogantes que no tienen sentido para muchos, pero si lo tienen para ella. Quiere entender, saber de donde viene, como se creó y cómo se destruyó, se transformó... mutó? Solo está segura de los cambios, si son buenos o malos, eso no lo sabe, no conoce los motivos ni los alrededores.

El orígen es abstracto, muy difícil de descifrar, de determinar y analizar, no debe ser esquematizado, solo es libre, tanto como la luz, esa luz que se infiltra en su bosque de vez en cuando, y la hace desear el sol. No pertenece.