Será necesario que soporte dos o tres orugas, si quiere conocer las mariposas... Ya lo sabe, y seguirá buscando, seguirá intentando hasta encontrar eso que busca, eso que la haga sentir, eso que llamamos FELICIDAD.
Pero qué es? Qué será?
Ser feliz depende de ella, no de las orugas, ni tampoco de la mariposa... Esto es solo un camino, un trillo que lleva a la luz, o al menos eso es lo que ella piensa...
Cómo estar segura? No existe un modo de reconocer el camino correcto, debería existir una técnica infalible, una formula universal, aveces piensa... Pero en ese caso, qué sentido tendría la vida? Sin temor a equivocarse, sin esa emoción que provoca la incertidumbre, la angustia, el miedo, el llanto...
También hay que llorar para ser feliz... Es tan misterioso el país de las lágrimas! Cada gota derramada finalmente llegará a valer la pena, ella lo sabe, lo presiente, pero muchas veces no está segura...
Ha parado de pensarlo, de dar vueltas y ha sentado cabeza, pero aún sigue libre, tanto como una pluma que se entremece con el viento y no tiene rumbo alguno... Tomará el camino por el que el viento la lleve, quedando a merced del destino, de la vida, y por supuesto, del aire. Tan delicioso aire que siente en su cabello, en su rostro... el aire de la libertad... Y teme perderla!
A pesar de no haber completado el camino, de no saber si va por uno lleno de mariposas o de orugas, hay pequeños momentos de luz, insignificantes y minúsculos pedazos de cielo que logra conquistar, que logra vencer...
Y le devuelven alegría a su rostro, hacen que su sonrisa alegre corazones... de orugas y sigue en busca de su mariposa. Aunque tal vez ya la haya encontrado... tal vez una de aquellas orugas, que ella antes no había considerado siquiera, se ha convertido ya en una espectacular mariposa...
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