viernes, 10 de diciembre de 2010

El problema es...

El problema es que solo hay problemas y no soluciones. Que cuando te hablo y veo tus ojos, no puedo concentrarme y termino rindiéndome.

El problema es, que solo te lo puedo decir todo por escrito, ese es el problema. De mi mente salen letras, letras manuscritas que la sobrevuelan cual caricatura, pero cuando trato de ordenarlas, tan solo forman un remolino y se derrumban ante mis ojos. Ante los tuyos.

El sentido, ese sentido que busco que entiendas es de lo que carece mi voz. Mi mente funciona mejor con papel y lápiz, eso es seguro. Eso lo he comprobado. O quizá es lo que me gusta pensar, creer que los garabatos de mi cerebro los traslado a la hoja blanca y que la perspectiva de quien decodifica el mensaje no cambia. Pero no es así.

El problema son los tres puntos que no me dejan terminar la frase. ¿Para qué terminarla? ¿Realmente importa saber cuál es el problema? Lo que está en la cima de la montaña, eso que parece tan inalcanzable, es la solución.

El problema es… encontrar la solución.

Ser Drama Queen es todo un arte.

Las paredes blanquísimas, casi inmaculadas, iluminadas perfectamente. Una atmósfera perfecta, el sonido del agua a lo lejos, cual catarata que cae sobre las piedras, tan natural, El olor, ese olor dulcito que eriza la piel. Celestialmente dispuesto para un “…y vivieron felices para siempre”.

¿Quién viviría feliz así? La respuesta: ninguno de nosotros.

De las blanquísimas paredes cuelgan hermosos cuadros, con colores vivos, la luz emana de ellos. Son sublimes y majestuosos, cada uno quiere transmitir su propia historia. Ella se acerca al más oscuro y triste de todos, al que no emana luz sino sombra. ¿Por qué? Habiendo tantos cuadros bellos a su alrededor… La réplica es simple: para victimizarse.

Victimizarse es ponerse en los zapatos de alguien que realmente vive padecimientos injustos, pensar como esa persona, entender cómo se debe sentir. Victimizar es actuar siguiendo un papel, poniéndose la máscara de quien realmente sufre, es recargar en los demás el peso de lo que no queremos aceptar, señalar como ajena nuestra propia responsabilidad.

El ser humano nunca está conforme con lo que tiene, su naturaleza es egoísta, es materialista. Y esto no se entrelaza con las ideologías. Tan solo es un hecho, un hecho que cuesta aceptar, una semilla en nuestro batido, que aunque sabemos que está ahí, no la sacamos, para no perdernos ni un segundo de su exquisito sabor, de su textura espumosa. Ya quedará en el fondo del vaso, una vez terminemos de disfrutar su contenido.

¿Por qué será que hay una necesidad de quejarnos? Si los cuadros son arte, ¿por qué nos llama la atención el arte más macabro? Se trata de construir un personaje, de ponernos sus mascaras y sus ropas, de adueñarnos de su sufrimiento y hacerlo nuestro. La razón es la gloria más grande. La víctima, la reina del drama, se enfoca en sí misma, el egoísmo domina su cerebro. La principal tarea de una víctima es describir cada milímetro de su padecimiento, pintar un cuadro con su dolor y hacer un esquema en una galería que explique exactamente cómo la culpa es del otro y no suya, no nuestra.

Ser Drama Queen es todo un arte, un trabajo arduo, que requiere más que un cuadro meticulosamente pintado, el argumento es el centro de todo su universo. La culpa ajena se convierte en un estilo de vida. El lienzo en blanco fue pintado por otros y es por eso que quedó tan mal. Las excusas son muchas. En la realeza del drama lo que cuenta es demostrar la propia impotencia. La felicidad es poco convincente y vuelva a la reina dramática una más del montón y su escenario es opacado.

Ser Drama Queen no es fácil, es todo un arte.


lunes, 15 de noviembre de 2010

Lo que nunca tuve...

¿Cómo es que usted, que me dio la vida, me puede hacer tanto daño? ¿Cómo es que hay en su mente tanta maldad? ¿Será que no le enseñaron cuando era niña que padres e hijos se deben, querer, proteger y respetar? No entiendo cómo es que usted no siente esa conexión, ese lazo que dicen y según entiendo debe existir entre nosotras… Y lo pienso así porque a decir verdad, yo nunca lo sentí. Siempre me hicieron pensar que estaba bien, que éramos un trío perfecto que podía vencerlo todo, un trío contra la adversidad. Usted y él así me criaron, o quizás eso fue lo que yo, tan solo yo, quise imaginar.

No puedo quitarles todo el crédito, porque gracias a ustedes estoy aquí, es gracias a ustedes que soy persona, que soy mujer, pero es también gracias a ustedes que tengo miedo, que le temo a todo y me hago la valiente. Es gracias a usted que me hago la fuerte, porque usted me enseñó que era débil llorar. Siempre me dijo que mis lágrimas son una maniobra, que desde pequeña esa táctica me ha servido. No entiendo por qué usted nunca ha entendido que si lloro es porque viene de mi corazón.

Una muñeca, un helado, un chocolate, la niña ya estaba feliz. ¿Qué más hace falta para consolar a un niño? De mi infancia los recuerdos desconozco, tan solo una que otra foto me hace transportarme al momento de su captura, pero más allá de ello mi mente no puede recordar.

Ustedes dicen que me dieron todo, todo lo que pudieron darme, quizás fue cierto y más bien ahora que crecí espero algo más. Es cierto que fui criada diferente, que sus infancias fueron más difíciles que la mía, que eran tiempos duros y que nadie los apoyó a ustedes, que se abrieron camino en la vida. Sin embargo, estoy segura de que tuvieron más apoyo familiar del que yo tengo ahora. Admito que lo material no me ha faltado, que se han sacrificado para darme lo que pueden, pero no es lo material lo que me falta ahora, lo que me aniquila como una llaga en mi pecho y no me deja dormir. No es eso lo que produce la humedad en mi almohada, ni mis ojos hinchados al despertar.

Un gesto de cariño es lo que me hace falta, una mirada siquiera, de comprensión, tan solo para decir que están ahí. Soy una extraña entre cuatro paredes, un fantasma que deambula, pero es invisible. Estoy aquí, pero es como si no viviera.

¿Por qué pretender que todo está perfecto? Para qué aparentar al salir de esta casa, si, es una casa, no un hogar. A veces no hace falta salir, basta con tener visitas, de repente todo se vuelve impecable, yo en una burbuja y usted en otra. Nadie tiene por qué enterarse, que sea nuestro pequeño secreto. Lo gracioso es que usted vive como si no sucediera, como si fuera yo la del problema. Eso es verdaderamente una sonora carcajada en mi cerebro, carcajada bizarra que se traduce en llanto cuando intenta salir de mi cabeza.

“La familia es la única que siempre está ahí cuando todo se derrumba. La familia nunca falla.” Está grabado en mi cerebro desde que tengo memoria, de su boca salieron esas palabras, mas no de su corazón. Usted también es mi familia ¿Sabía? Es una lástima que ya lo olvidó…

miércoles, 4 de agosto de 2010

Cómo cuesta escribir...


¿Por qué será que la impotencia me invade al ver una página en blanco? Mi mente ya no es parte de mi cuerpo y es ahí, justo en ese instante, después de la separación... que sé que puedo escribir.


Sin pensarlo, sin ataduras, tan solo sentimientos corren por las líneas, no, no,realmente no corren, más bien chorrean de manera irregular hasta que toman sentido por ellos mismos. Al menos para mí, aunque me gusta pensar que también tienen sentido para vos.


El futuro es incerto y aterrador, no sé qué se esconde detrás de las puertas. Realmente me gusta pensar que son puertas y que se abrirán para algo más grande, que no se cerrarán como lo han hecho para tantos ilusos como yo. Apasionados, románticos y soñadores que creemos que la vida es fácil y justa. La experiencia me ha demostrado que no es así.


Las puertas se abren y cuando me dispongo a pasar, alguien más me pasa por encima, sin importar el precio. Ese es el juego de la selva, cada quién lucha por lo que quiere y hay distintas formas de luchar...


Tal vez una persona como vos, cree que con un escote y mostrando más piel de lo debido, vas a llegar lejos. En mi mundo eso lo llamo prostitución, perdoname la sinceridad. Pensás que ganás mucho llevandolo todo por el camino fácil y que con un sonrisita coqueta o un brillito que se escape de tus ojos y despierte el deseo de alguien detrás de escritorio, te ganás el editorial.


Todo depende de lo que veás como ganancia. ¿Será que eso es luchar?


Cuando se escribe, lo importante es la confianza, si no confiás en tus escritos, tu propio puño y letra te pueden traicionar. En el mundo hay gente mala, oh si, al menos en mi mundo los hay.


Lo esencial no es gustar, sino gustarse. Si yo no creo en mis frases, no veo el sentido de plasmarlas. La confianza necesita ser estimulada y yo no soy de las que alaban mis propias ideas. Humildad ante todo. no digo que no me gusta recibir cumplidos, al fin y al cabo es lo que todos esperamos; reacciones, comentarios, "likes", todo tipo de respuesta, hasta uno que otro insulto, pues así sabré que algún sentimiento han causado mis dedos sobre las teclas y el palpitar de mi corazón.

viernes, 11 de junio de 2010

Con un nudo en la garganta


El pecho presiona y se quiere salir por el esternón, cuando quiero gritar tu nombre y que en un abrir y cerrar de ojos estés aquí conmigo.

Una cintura frágil, protegida y rodeada dejaría de temblar, pero es mucho pedir después de todo.
Quiero que sea fácil, quiero dejar de ser yo, quiero poder expresar y que me entiendas.

Con los ojos cerrados sentir tus caricias, sentir tu aliento en mi cuello, amándome, con esas palabras, cerquita de la oreja, muy cerquita.
Olvidarlo todo y sólo besarte, que todo sea así de fácil... Que al tocar tu piel se borren las caricias, que sea fácil, sólo eso pido...pero si lo fuera, ¿cómo voy a aprender?

¿Para qué aprender...? El dolor en el pecho es intenso, esa sensación no me trae buenos recuerdos, tan solo malos amaneceres.

El cerebro tiembla, se agota... derramo paciencia y la trato de absorber nuevamente, pero por lo visto el reciclaje no es lo mio.

Mente en blanco, ¿a quién engaño?, si mis pestañas húmedas hablan por mi...
Ese nudo en la garganta no deja pasar el aire, hace que mi corazón palpite tan fuerte que en cualquier segundo dejará de palpitar... ya puedo escuchar el tono agudo en mi mente, tan claro.

¿Por qué será que todo esto es una premonición? Ese presentimiento me invade, me aniquila, me hace soltar tu mano... Sentir que la inscripción es cada vez más borrosa... pero realmente son mis ojos con su cortina de lágrimas los que difunden esas cuatro letras.

Será que soy complicada de más, o tan solo egoísta, tan solo intolerante... ¿Qué es peor? ¿Qué es mejor? No existe mejoría, al menos no en este horizonte...No ahora.

En el techo se dibujan tormentas y al volver a ver atrás sé que lo que había quedado lejos está volviendo.
Imaginar la perfección sólo me hace añorar más lo que no tengo, lo que no merezco... Es doloroso ignorar, por eso prefiero dejar las páginas mojadas y aliviar este pecho a punto de explotar.

Mis dedos sangran al expresarlo, mezclándose con la sal de mis ojos. Quiero ver los tuyos en su reflejo, bajo el sol, porque sé que te gusta el verde.
Con un nudo en la garganta y otro en el pecho, más confundida que antes...

Amándote muero poco a poco, asfixiada por este maldito bulto, que cada vez aumenta su tamaño, apoderándose de todo mi cuerpo frágil, haciéndome inútil para luchar.
Pido fuerza para seguir, la necesito... Pero qué se hace cuando la fuerza me la da quien me la quita...

¿Cómo hago para seguir...con un nudo en la garganta?

domingo, 18 de abril de 2010

Al mirarme al espejo



Ahora me maquillo menos, opté por mostrar más las piernas...

Ya cambié la rock por las margaritas frozen...

Aguanto menos y me mareo más...

Una tarde lluviosa ya no significa quedarme en mi habitación...

Odio un poco menos el fútbol, ahora significa un poco más...

Dejé de tolerar el humo, ahora no entiendo cómo lo soportaba...

Las llamadas largas, pasaron a ser conversaciones...

El llanto y la alegría ahora son emoticones...

Aveces lo más importante, lo escribo entre paréntesis...

Las lágrimas no son por ti, ni por él, ni por ellos, tan solo son por mi.

El antifaz quedó para siempre guardado en el desván...Por eso ya no necesito lentes oscuros.

Ahora se que la amistad exite, y que vale la pena.

Ayer era orgullo, hoy la muralla es la tolerancia...

Aprendí a creer en la gente, pero también aprendí que las personas no cambian... Ni por mí, ni por vos, ni por nadie.

Aprendí a darme oportunidades, a no desperdiciar un momento, a no ignorar una mirada...

Los hábitos cambian, las opiniones también, pero yo?

Yo sigo siendo la misma, con otra forma de vivir.

Qué fue lo que cambió? Que ahora... me quiero mucho más!

domingo, 7 de marzo de 2010

Buscando el gris.

Si lo ves blanco, yo lo veo negro. Es difícil y lo sabemos ambos. Trato de concentrarme, pero me trastornas. Quisiera entender como es que ese negro tan intenso y oscuro, puede ser tan blanco y resplandeciente para vos.

Mi mundo y tu mundo, mis ojos y los tuyos...Ojalá pudiera, solo una vez, ver a través de tus ojos, con una única vez me bastaría.
Quizás así entendería, quizás así te haría entender también. Si tan solo pudiera explicarte lo que pasa ante mis ojos...

He aprendido la lección que me dió la vida, se que no puedo hacerlo...Aunque aveces quisiera, no te lo niego, mas mi mente recuerda el pasado y la lógica me dice que no quiero hacerlo volver.
No quiero cometer los mismos errores, topezar con la misma piedra en un camino diferente, en un camino que ha estado por ahora, libre de obstáculos.

Aveces no sé entenderme a mi, cómo esperas que entienda a ambos? Y cómo es que te lo reclamo? Si muchas veces esperé que me entendieras, sin darte una explicación...

Tan solo es cuestión de adpotar una visión de ambos, ni tuya ni mía, sino de los dos. Con mi negro y tu blanco podemos lograr ese gris que buscamos. Sé que es fácil decirlo, no tanto llevarlo a cabo.

Pero nadie nunca dijo que sería fácil. Muchas veces estuve a punto de hundirme, de desistir, pero al recordar tu sonrisa, recordar eso que siento cuando tus ojos brillan, cuando tengo tu respiración en mi oido, tan cerca... Recobro las fuerzas y estoy dispuesta a seguir luchando, a seguir mezclando blanco y negro para obtener el gris. Nuestro gris.

sábado, 2 de enero de 2010

365 días...


Al ver hacia atrás, imágenes de su pasado inundan sus recuerdos... Y es que un año como el que acaba de pasar no se olvida fácilmente, está fresco en su memoria y el lienzo aún no merece ser encerrado en el baúl. No antes de hacer un recuento de atardeceres...

Sin duda hubo mucha sombra, oscuridad que la dejaba ciega, oscuridad que ella misma no quería ver, tan solo la presentía, pero la ignoraba.

Ella por fin sintió que era fuerte, supo que no era su obligación seguir aguantando sin necesidad, siempre hay algo bueno que se esconde detrás de una tormenta... La calma, dirán muchos, pues no siempre es así... Pero sí momentos que quitan el aliento, que dejan la boca seca, con ganas de más.

La oscuridad es engañosa, y llega un punto en el que los ojos se acostumbran a ella, y pueden ver con toda normalidad... A ella le pasó, llegó a pensar que la vida debía ser así, que solo era cuestión de acostumbrarse y tener paciencia... Pues muchas veces la perdió, y la volvió a recuperar, y la volvía a dejar olvidada entre las sombras...

Cuando salían los rayos del sol, ella en un principio sonreía, pero en el findo sabía que solo era momentáneo... que la oscuridad volvería a tomar posesión de su vida.

Sin embargo un día despertó y decidió que era la dueña de su vida y de su destino, que nada ni nadie podría detenerla, que podía encontrar lo que tanto anhelaba su corazón, y lo que desde hace tanto tiempo ya no sentía... eso que brilla, eso que llamamos FELICIDAD.

El momento fue justo, ella se pudo sentar a ver la puesta de sol más bella de su vida, la puesta de la libertad, la puesta en que la luz iluminó todo lo que estuvo alguna vez inmerso en la oscuridad.

Y descubrió que la felicidad estaba más cerca de lo que pensaba...Siempre estuvo allí, pero hasta ese momento ella logró ver con otros ojos... Ojos que no fueron manipulados, ojos que por fin eran de ella, que podían ver en todas direcciones.

Pensó que era mejor la espera, la soledad, el tiempo de introspección...Pero descubrió que había tenido ya suficiente tiempo a solas, a pesar de haber estado acompañada. Fue así como dejó atrás las ataduras, los complejos, las farsas...ese teatro que tanto le gusta, que le apasiona.

Tuvo miedo, miedo de ser ella y no gustarse, de pensar en la posibilidad de preferir una mentira. Inseguridades se trataron de inmiscuir en su mente, pero la confianza pudo más, el apoyo pudo más y finalmente él la hizo sentir ella.

Y sí, en 365 puede pasar mucho, se gana y se pierde, pero finalmente algo queda...Ahora el baúl se cerró, para volverse a abrir cual lienzo que espera ser pintado... La promesa: esta nueva pintura será al desnudo, tan solo ella, en otros 365 días...