El pecho presiona y se quiere salir por el esternón, cuando quiero gritar tu nombre y que en un abrir y cerrar de ojos estés aquí conmigo.
Una cintura frágil, protegida y rodeada dejaría de temblar, pero es mucho pedir después de todo.
Quiero que sea fácil, quiero dejar de ser yo, quiero poder expresar y que me entiendas.
Con los ojos cerrados sentir tus caricias, sentir tu aliento en mi cuello, amándome, con esas palabras, cerquita de la oreja, muy cerquita.
Olvidarlo todo y sólo besarte, que todo sea así de fácil... Que al tocar tu piel se borren las caricias, que sea fácil, sólo eso pido...pero si lo fuera, ¿cómo voy a aprender?
¿Para qué aprender...? El dolor en el pecho es intenso, esa sensación no me trae buenos recuerdos, tan solo malos amaneceres.
El cerebro tiembla, se agota... derramo paciencia y la trato de absorber nuevamente, pero por lo visto el reciclaje no es lo mio.
Mente en blanco, ¿a quién engaño?, si mis pestañas húmedas hablan por mi...
Ese nudo en la garganta no deja pasar el aire, hace que mi corazón palpite tan fuerte que en cualquier segundo dejará de palpitar... ya puedo escuchar el tono agudo en mi mente, tan claro.
¿Por qué será que todo esto es una premonición? Ese presentimiento me invade, me aniquila, me hace soltar tu mano... Sentir que la inscripción es cada vez más borrosa... pero realmente son mis ojos con su cortina de lágrimas los que difunden esas cuatro letras.
Será que soy complicada de más, o tan solo egoísta, tan solo intolerante... ¿Qué es peor? ¿Qué es mejor? No existe mejoría, al menos no en este horizonte...No ahora.
En el techo se dibujan tormentas y al volver a ver atrás sé que lo que había quedado lejos está volviendo.
Imaginar la perfección sólo me hace añorar más lo que no tengo, lo que no merezco... Es doloroso ignorar, por eso prefiero dejar las páginas mojadas y aliviar este pecho a punto de explotar.
Mis dedos sangran al expresarlo, mezclándose con la sal de mis ojos. Quiero ver los tuyos en su reflejo, bajo el sol, porque sé que te gusta el verde.
Con un nudo en la garganta y otro en el pecho, más confundida que antes...
Amándote muero poco a poco, asfixiada por este maldito bulto, que cada vez aumenta su tamaño, apoderándose de todo mi cuerpo frágil, haciéndome inútil para luchar.
Pido fuerza para seguir, la necesito... Pero qué se hace cuando la fuerza me la da quien me la quita...
¿Cómo hago para seguir...con un nudo en la garganta?