Cuando el mundo parece estar en contra, cuando todo se vuelve frío y parece que no hay nada más que hacer, siempre sucede algo. Ese algo cambia la vida, alegra el alma y da sustento para seguir soñando.
Los sueños son importantes, escenciales en nuestro existir. Muchas veces hay que dejar el pasado enterrado, allá, muy en el fondo del barranco. Cortar lazos, todo lo contrario a domesticar. Arrancar de raíz las malas hierbas, y limpiar el campo para seguir cosechando.
Siempre existirá alguien que haga salir esa flor de su capullo, que esté dispuesto a curar las heridas, a sanarlas, y lo más importante; la promesa de nunca más hacerlas sangrar.
Sinceridad, seguridad, honestidad, cariño, amor... algo más? Son la medicina perfecta para un corazón que ha sido lastimado, solo hay que saber alplicar la dosis exacta, nunca está de más exagerar un poco... Así, con los movimientos adecuados, los ingredientes específicos, solo así se llega al alma y se le da felicidad.
Hay campos que están sobrepoblados de maleza, esto porque han sido descuidados y no se les dedicó tiempo ni atención. Esos campos se pueden convertir en rosales, despues de ser un simple pastizal.
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